EXPLORANDO LA LAVANDA EN LA COCINA: PLATOS DELICIOSOS CON UN TOQUE FLORAL

By Mas Tuietes

La lavanda, con su fragancia embriagadora y sabor único, no solo es apreciada en la aromaterapia y la belleza, sino que también puede ser una estrella en la cocina. En este artículo, te llevaremos a un viaje culinario para descubrir cómo puedes incorporar la lavanda en tus platos y deleitar tu paladar con sus sabores y aromas únicos.

La Lavanda en la Cocina: Una Delicia Floral

La lavanda es conocida por su sabor floral y ligeramente dulce que puede agregar un toque mágico a una variedad de platos, desde entradas hasta postres. Antes de aventurarnos en recetas específicas, es importante destacar algunos consejos sobre cómo usar la lavanda en la cocina:

  1. Calidad : Asegúrese de utilizar lavanda de alta calidad, preferiblemente orgánica y apta para el consumo humano. Evite las variedades tratadas químicamente.
  2. Moderación : La lavanda es aromática y potente, así que un poco va un largo camino. Empieza con pequeñas cantidades y ajusta según tu gusto.
  3. Formas de uso : Puedes usar lavanda seca o fresca. Las flores secas son ideales para infusiones y recetas secas, mientras que las flores frescas funcionan bien en platos húmedos o para decoración.
  4. Combinaciones : Experimenta con combinaciones. La lavanda combina especialmente bien con ingredientes como limón, vainilla, miel, almendras y frutas como duraznos y fresas.

Ahora, exploramos algunas deliciosas recetas en las que puedes incorporar la lavanda:

  1. Infusiones y Bebidas Aromáticas

Comenzamos con algo sencillo. Puedes preparar infusiones de lavanda agregando unas flores secas a agua caliente. Esta infusión puede ser bebida sola o combinada con té negro o verde para un toque floral. También puedes hacer limonada de lavanda agregando unas gotas de aceite esencial de lavanda a tu limonada casera.

Receta Limonada con Lavanda

  • 4 tazas de agua fria
  • 1/2 taza de jugo de limón recién exprimido (aproximadamente 4 limones)
  • 1/2 taza de azúcar
  • 2 cucharadas de flores secas de lavanda (asegúrate de que sean aptas para consumo)
  • Cubitos de hielo
  • Rodajas de limón y ramitas de lavanda para decorar (opcional)

Instrucciones:

  1. En una olla pequeña, combine 1 taza de agua con el azúcar y las flores secas de lavanda. Lleva la mezcla a ebullición a fuego medio, revolviendo ocasionalmente para asegurarte de que el azúcar se disuelva por completo.
  2. Una vez que la mezcla haya hervido durante unos minutos, retírala del fuego y déjala reposar durante unos 15-20 minutos para que la lavanda infunda su sabor y aroma en el jarabe.
  3. Cuela el jarabe de lavanda para eliminar las flores y los residuos. Ahora tendrás un jarabe de lavanda aromático.
  4. En una jarra grande, mezcle el jugo de limón fresco, el jarabe de lavanda y las 3 tazas restantes de agua fría. Pruebe la limonada y ajústela según su preferencia personal, agregando más agua o jarabe si es necesario.
  5. Sirve la limonada de lavanda en vasos con cubitos de hielo. Puedes decorar cada vaso con una rodaja de limón y una ramita de lavanda si lo deseas.
  6. ¡Disfruta de tu limonada de lavanda fresca y refrescante!

Esta limonada es una deliciosa forma de disfrutar del sabor único de la lavanda en una bebida veraniega. El toque floral de la lavanda complementa perfectamente la acidez del limón, creando una experiencia refrescante y aromática. ¡Salud!

  1. Platós Principales

La lavanda puede realzar tus platos principales de carne y pescado. Por ejemplo, puedes preparar un glaseado de lavanda para pollo asado o cordero. También puedes marinar salmón con aceite de oliva y lavanda antes de cocinarlo a la parrilla. La lavanda agrega un sabor fresco y fragante que sorprenderá a tus invitados.

Pollo Con Salsa De Lavanda Y Miel

Este exquisito plato de pollo con salsa de lavanda y miel combina la suculencia del pollo con la fragancia floral de la lavanda y la dulzura de la miel. Es una receta sofisticada que sorprenderá a tus invitados. Aquí tienes cómo prepararlo:

Ingredientes:

  • 4 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel
  • Sal y pimienta al gusto
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 2 cucharadas de flores secas de lavanda (asegúrate de que sean aptas para consumo)
  • 1/4 de taza de caldo de pollo
  • 1/4 de taza de vino blanco seco
  • 2 cucharadas de miel
  • 1 cucharada de mostaza Dijon
  • 2 cucharadas de mantequilla sin sal
  • Ramitas de lavanda y rodajas de limón para decorar (opcional)

Instrucciones:

  1. Precalienta el horno a 180°C (350°F).
  2. Salpica las pechugas de pollo con sal y pimienta al gusto.
  3. Caliente el aceite de oliva en una sartén grande y resistente al horno a fuego medio alto. Sella las pechugas de pollo en la sartén durante aproximadamente 2-3 minutos por cada lado, hasta que estén doradas. Luego, retire las pechugas de la sartén y colócalas en una bandeja para horno.
  4. En la misma sartén, agregue las flores secas de lavanda y cocínalas durante unos segundos para liberar su aroma.
  5. Vierte el caldo de pollo, el vino blanco, la miel y la mostaza en la sartén. Revuelve bien y cocina a fuego medio durante 2-3 minutos hasta que la salsa se reduzca y espese ligeramente.
  6. Vierte la salsa de lavanda sobre las pechugas de pollo en la bandeja para horno.
  7. Cubra la bandeja con papel de aluminio y hornea durante unos 20-25 minutos, o hasta que el pollo esté cocido por completo y alcance una temperatura interna de 75°C (165°F).
  8. Retira el pollo del horno y añade la mantequilla a la salsa caliente. Revuelve hasta que la mantequilla se derrita y la salsa quede suave y brillante.
  9. Sirve las pechugas de pollo con la salsa de lavanda y miel por encima. Puedes decorar con ramitas de lavanda y rodajas de limón si lo deseas.
  10. Disfruta de este delicioso pollo con un toque floral y aromático.
  1. Guarniciones y Salsas

Añadir lavanda a guarniciones como puré de patatas o risotto puede darles un giro inesperado y cómodo. También puedes hacer una salsa de lavanda para acompañar platos de carne o pescado. Combina crema, caldo de pollo, miel y lavanda para crear una salsa deliciosa.

  1. Postres y Repostería

La lavanda es una estrella en la repostería. Agrega flores de lavanda secas a galletas, brownies o pasteles para darles un toque floral. También puedes hacer helados y sorbetes de lavanda para un postre refrescante y único. Además, considera crear glaseados de lavanda para decorar tus pasteles.

Receta de Helado de Lavanda

Este helado de lavanda es una opción deliciosa y refrescante para aquellos que buscan un postre único y aromático. La lavanda aporta un sutil sabor floral que combina perfectamente con la suavidad del helado. A continuación, te presento cómo prepararlo:

Ingredientes:

  • 2 tazas de crema para batir (nata líquida)
  • 1 taza de leche entera
  • 3/4 de taza de azúcar
  • 2 cucharadas de flores secas de lavanda (asegúrate de que sean aptas para consumo)
  • 4 yemas de huevo
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • Colorante alimentario violeta (opcional)
  • Flores de lavanda para decorar (opcional)

Instrucciones:

  1. En una cacerola, calienta la leche y la crema a fuego medio hasta que comience a hervir. Luego, retírala del fuego.
  2. Agrega las flores secas de lavanda a la mezcla caliente. Deja que la lavanda infunda su sabor y aroma en la leche y la crema durante unos 15-20 minutos. Luego, cuela la mezcla para eliminar las flores de lavanda.
  3. En un recipiente aparte, bate las yemas de huevo con el azúcar hasta que la mezcla vuelva a ser más clara y espesa.
  4. Poco a poco, vierte la mezcla de leche y crema caliente sobre las yemas batidas, revolviendo constantemente para evitar que las yemas se cocinen.
  5. Vuelve a verter la mezcla en la cacerola y cocina a fuego bajo, revolviendo constantemente, hasta que espese lo suficiente como para cubrir la parte posterior de una cuchara de madera. No dejes que la mezcla hierba.
  6. Retira la mezcla del fuego y agrega el extracto de vainilla. Si deseas darle un tono violeta característico, puedes agregar unas gotas de colorante alimentario violeta en este momento.
  7. Deja enfriar la mezcla a temperatura ambiente y luego refrigérala durante al menos 4 horas o hasta que esté completamente fría.
  8. Una vez que la mezcla esté fría, viértela en tu máquina para hacer helado y sigue las instrucciones del fabricante para congelarla. Si no tienes una máquina para hacer helado, puedes verter la mezcla en un recipiente hermético y congelarla, batiéndola cada hora durante 4-5 horas para evitar la formación de cristales de hielo.
  9. Sirve tu helado de lavanda en tazas o conos y, si lo deseas, decora con flores de lavanda comestibles.

¡Disfruta de este helado de lavanda casero con su sabor y aroma únicos! Es una delicia para los amantes de la lavanda y una forma refrescante de disfrutar de esta fragante hierba en un postre.

  1. Mermeladas y Conservas

Preparar mermeladas y conservas de lavanda es otra forma deliciosa de disfrutar esta hierba en tus desayunos y meriendas. Combina lavanda con frutas como fresas, frambuesas o albaricoques para crear mermeladas aromáticas.

Receta de Mermelada de Lavanda

La mermelada de lavanda es una opción deliciosa y aromática para aquellos que desean experimentar con sabores únicos. Esta mermelada combina la dulzura de las frutas con la fragancia de la lavanda, creando un condimento versátil para tus tostadas, postres o incluso como acompañamiento para platos de queso. Aquí tienes cómo prepararla:

Ingredientes:

  • 2 tazas de flores secas de lavanda (asegúrese de que sean aptas para consumo)
  • 1 taza de agua
  • 2 tazas de azúcar granulada
  • 2 tazas de frutas frescas o congeladas (puedes usar fresas, moras, frambuesas o cualquier fruta de tu elección)
  • 2 cucharadas de jugo de limón fresco
  • 1 cucharadita de ralladura de limón

Instrucciones:

  1. En una cacerola grande, combine las flores secas de lavanda y el agua. Lleva la mezcla a ebullición a fuego medio-alto. Una vez que hierva, reduzca el fuego y cocine a fuego lento durante unos 10 minutos para permitir que la lavanda infunda su sabor y aroma en el agua.
  2. Cuela la mezcla de lavanda para eliminar las flores y retira la cacerola del fuego. Reserva el líquido de lavanda.
  3. En la misma cacerola, agregue las frutas frescas o congeladas junto con el azúcar, el jugo de limón y la ralladura de limón.
  4. Vuelve a calentar la mezcla a fuego medio alto, revolviendo para combinar todos los ingredientes. Luego, reduzca el fuego y cocine a fuego lento durante unos 20-25 minutos, o hasta que la mezcla espese y las frutas estén tiernas. Remueve ocasionalmente para evitar que se pegue.
  5. Cuando la mermelada haya alcanzado la consistencia deseada (debe tener una textura espesa pero aún ser un poco líquido), retire la cacerola del fuego.
  6. Agrega el líquido de lavanda reservado a la mezcla de mermelada y revuelve bien para incorporar el sabor de la lavanda.
  7. Deja que la mermelada repose y se enfríe durante unos minutos.
  8. Vierte la mermelada de lavanda en frascos esterilizados y silla bien. Deja enfriar completamente antes de almacenarla en un lugar fresco y oscuro.

¡Disfruta de tu mermelada de lavanda casera en tostadas, panecillos o como un condimento especial en tus platos favoritos!

La lavanda no es solo una planta hermosa y fragante; También es una alegría en la cocina. Con un toque floral y un sabor único, puedes elevar tus platos y darles un giro inesperado. Así que la próxima vez que quieras agregar un toque de magia a tu cocina, no dudes en experimentar con la lavanda. ¡Descubrirás que su versatilidad culinaria es verdaderamente encantadora!

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